La sensación de trabajar en una organización dinámica, diversa e inclusiva y la pertenencia a una comunidad con propósito es lo que más me fascina del PNUD
Conozca a Jacqueline Hurard, Asistente de Programas del PNUD en Paraguay, e inspírese con su labor profesional y de voluntariado en pro del desarrollo comunitario y la creación de un impacto positivo y duradero para el medio ambiente y la gente de Paraguay.
Quisiera comenzar diciendo lo mucho que estoy comprometida con mi país, Paraguay. Aprovecho todas las oportunidades que tengo para promoverlo, difundiendo el trabajo que el PNUD realiza localmente y valorando a los increíbles colegas con los que trabajo.
Mi mayor interés siempre ha sido el desarrollo en todas sus facetas, desde que comencé a trabajar en 2007 como Coordinadora de Programas de Educación Media para la Fundación Paraguaya.
Trabajé en diferentes roles, con programas comunitarios, en el área de prensa y comunicaciones, con acciones con jóvenes, además de desempeñarme en roles como experta en marketing y coordinadora de proyectos.
Hace unos 4 años, estaba buscando un nuevo desafío. También estaba tratando de entender mejor lo que buscaba para mi carrera profesional, y durante ese proceso mi padre fue un mentor para mí, como un guía clave para “formarme” y “sacudirme”, y de esa forma hacerme las preguntas correctas que finalmente me llevaron a postularme al PNUD.
Recuerdo que durante mi infancia podía ver el edificio de las Naciones Unidas al salir del colegio. ¡Nunca me hubiera imaginado que iba a estar algún día trabajando ahí! Cuando postulé al puesto en el PNUD, sentí que salía de mi zona de confort, porque el puesto era diferente en comparación con mis trabajos hasta ese momento. Fue una oportunidad de un año como asistente de proyecto. Recopilé toda mi información y tomé la decisión de aplicar.
Me uní al PNUD por dos razones principales: la oportunidad de crecer profesionalmente y la posibilidad de contribuir con mi trabajo al desarrollo de las comunidades.
En la oficina de Paraguay estuve apoyando el plan de acción del programa país, la movilización de recursos, la innovación y la construcción de conocimiento. ¡Un ambiente sumamente inspirador!
A medida que los proyectos crecían, me di cuenta de que el PNUD ofrece oportunidades tanto a nivel nacional como internacional. De hecho, tuve la gran oportunidad de hacer una asignación temporal en la sede del PNUD en Nueva York: la asignación es como un apoyo a otra oficina país por un período de tiempo acordado. Allí aumenté mis conocimientos del contexto más amplio de la ONU, apoyé los Laboratorios de Aceleración, una iniciativa internacional centrada principalmente en los ODS y con proyectos relacionados al medio ambiente y la innovación. Estaba en Nueva York cuando llegó la pandemia, y fue casi al mismo tiempo que mi trabajo llegó a su fin, por lo que regresé a Paraguay.
Seguí trabajando en la oficina del PNUD Paraguay hasta agosto de 2021 y luego fui seleccionada para otra asignación temporal, esta vez fue un trabajo remoto desde casa. Destaco la flexibilidad y la variedad de oportunidades en el PNUD, esto es lo que hace que el trabajo sea tan interesante y el entorno tan enriquecedor.
En mi última asignación, de 9 meses, trabajé para la Oficina MPTF de NY, la cual articula conocimientos de la ONU por medio de mecanismos financieros. MPTF apoya el desarrollo sostenible con el enfoque y coherencia de las Naciones Unidas a través del diseño y la administración eficientes, responsables y transparentes de instrumentos innovadores de financiación. También proporciona servicios adicionales, como datos y análisis sobre finanzas de la ONU y servicios de apoyo a los miembros de las secretarías. MTPF está creciendo y sigue siendo poblado por colegas que trabajan desde todas partes del mundo.
En general, mi experiencia de trabajo en el PNUD ha sido en áreas como administración, coordinación, logística, organización de eventos, difusión de acciones en medios de prensa, con miras a compartir de manera constante y estratégica lo que estamos haciendo, traduciéndolo en palabras, asegurándonos de que todos estén al tanto del trabajo significativo que realiza el PNUD. Estamos invirtiendo mucho en desarrollar narrativas creativas, videos y contenido en audio para estar más cerca de las personas.
Es increíble como, por ejemplo, pasé de preparar los pagos a ser quien aprueba los mismos y relacionarme con donantes, ser parte de las negociaciones con las partes interesadas y explicar los aspectos operativos de nuestro trabajo. Es un desafío que acepto todos los días.
Incluso antes de trabajar, destaco que lo que realmente dio norte a mi forma de ver el mundo es el enfoque del voluntariado, es algo que siempre será parte de mí. Ha marcado una gran diferencia en mi vida, y es una de las cosas que recomiendo a las personas que hagan.
El voluntariado para mí se trata de escuchar con atención, iniciar conversaciones significativas, conectar incluso si no se habla el mismo idioma. A veces se encuentra una palabra o dos que generan un efecto dominó, y que fomentan diálogos a través de miradas, expresiones faciales.
Tuve la suerte de hacer eso por mi país, que tiene mucho que ofrecer. Por supuesto, siempre hay cosas que mejorar, pero es un país con 7,2 millones de personas y el que todavía decimos que es un “país de amigos”, en el que tenemos la sensación de conocer a todos, y lo veo como un país muy orientado a la gente, una tierra centrada en las personas. Con esa mentalidad, sueño con un desafío internacional para fortalecer mis habilidades y poder desarrollar una visión más holística de las cosas, pero también sueño con compartir todo el conocimiento y las habilidades adquiridas en Paraguay y usarlo para ayudar a las comunidades locales. Aspiro apoyar el trabajo de campo que hace nuestra oficina país.
Un recuerdo destacado del PNUD es cuando trabajaba en un proyecto centrado en el ODS 6: Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas. Viajamos a Chaco, a unas 5 horas de la capital, para apoyar la colocación de paneles solares que eventualmente permitirían tener acceso a agua potable sin tener que caminar kilómetros. Mejorar la calidad de vida de esa comunidad local fue la mayor gratificación que podía pedir. Este resultado lo logramos trabajando de cerca y construyendo este éxito con ellos, con las comunidades indígenas que confiaron en nosotros porque las hicimos parte clave del proceso desde el principio.
Este sentido de inclusión, la diversidad, el dinamismo, la posibilidad de trabajar en diferentes idiomas y el enorme sentido de comunidad es lo que más me fascina del PNUD. A través de mi trabajo quiero dejar un legado, hacer mi parte en mi comunidad, “construir juntos” no sólo para contribuir a mejorar el medio ambiente, sino para tener un impacto positivo y duradero en las personas.